Fuente: El Diario Montañes.
El Gobierno cántabro ha puesto en marcha un proyecto que apuesta por mejoras que ayuden a repoblar el mundo rural y, este viernes se ha inaugurado la red de Valderredible.
Las grandes infraestructuras de transporte son la demanda más recurrente de las zonas despobladas, pero hay otras medidas que cada vez cobran más fuerza, como la instalación de banda ancha, una verdadera salida al exterior que permite a quien elige la vida en el campo conectarse para trabajar y acceder a cualquier lugar del planeta.
El Gobierno cántabro ha puesto en marcha un proyecto que apuesta por mejorar otras «carreteras» que ayuden a repoblar el mundo rural y, este viernes se ha inaugurado la red de Valderredible, un municipio de 300 kilómetros cuadrados -el más grande de la comunidad- en el que viven menos de mil habitantes, y que por fin tiene banda ancha en sus 52 pueblos.
Algo tan asumido por la gente de ciudad como que haya wifi en los establecimientos de hostelería, se anuncia bien grande en el toldo del bar de la plaza de la capital de este valle, Polientes.
Este establecimiento contaba con conexión a internet desde hace tres años, pero ese wifi no llegaba a los vecinos de otros pueblos, como los de Ruerrero, que este 14 de febrero no celebran el Día de los Enamorados, sino que ya tiene banda ancha.
Los vecinos coinciden en que este servicio va a permitirles «conectarse con el mundo» y evitará muchos desplazamientos innecesarios.
«Estamos muy contentos porque la clientela viene y puede utilizarlo y los niños pueden hacer la tarea en las tabletas», asegura a Efe María Amor, dueña del bar Puri, que recuerda cómo siempre «se colgaba y era muy incómodo» utilizar internet hasta ahora.
La mayor ventaja que va a ofrecer la nueva red es que la gente va a poder trabajar desde casa, y lo ve como «una herramienta más» para incentivar la vuelta a los pueblos.
Marimar, otra vecina del municipio, cree que la llegada de la banda ancha les «abre la puerta al mundo». «Pasar de no tener televisión a tener todo es una pasada», reconoce con una sonrisa, además de afirmar que pone al municipio «un poco más al día».
El Gobierno de Cantabria ha concluido la instalación de banda ancha de internet en todo el Valle de Valderredible y lo ha hecho con una inversión de solo 50.000 euros (25.000 aportados por el Ejecutivo y el resto por el Ayuntamiento), canalizada a través de la estrategia «Conecta Cantabria» para áreas «de exclusión digital».
NetCan, la empresa que opera el servicio, ha instalado trece nodos en Villaescusa de Ebro, Ruanales, Castrillo, Rocamundo, Quintanilla, Navamuel, Revelillas, Sobrepeña, Villanueva de la Nía, San Andrés de Valdelomar, La Puente del Valle, Bárcena de Ebro y Camesía, cada uno con capacidad para dar conexiones de 100 megabytes por segundo y servicio de televisión de pago.
Y el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, el consejero de Innovación, Francisco Martín, el director general de Transportes y Comunicaciones, Felipe Piña, y el alcalde, Fernando Fernández, han comprobado este viernes que ese servicio funciona.
Revilla ve en esta medida «un paso más para conectar con el mundo a Valderredible», porque asegura que este municipio no podía continuar con una «sangría poblacional» que ha dejado su censo en apenas 990 habitantes, a pesar de que las carreteras han mejorado para permitir a su vecinos llegar con rapidez a centros sanitarios y educativos.
El presidente cántabro cree en el trabajo que hay que llevar a cabo para luchar contra la despoblación y dotar a los pueblos de los mismos servicios y facilidades que existen en las ciudades.
El alcalde urge a adoptar «soluciones concretas» como la banda ancha de internet para que los habitantes del medio rural tenga conectividad con el mundo, pero también habla de la «teleformación» de los jóvenes para que las generaciones «mejor preparadas» no se marchen de los pueblos.
Sin embargo, no solo este valle del sur de la región se va a abrir más al mundo, porque «Conecta Cantabria» ha permitido de momento, con una inversión de 327.365 euros, la integración digital de 11 municipios rurales de la comunidad, que, en su conjunto, abarcan una extensión de casi cien kilómetros cuadrados, un 18 por ciento del territorio y una población superior a los 12.000 habitantes.
